Hoy queremos contar una historia sobre el azúcar. La del actor australiano Damon Gameau, quien para la película "That sugar film", inició una dieta experimental de 60 días, con bajo contenido de grasa (low-fat) y alto contenido de azúcar. Gameau comería unas 40 cucharadas de té al día, sin cambiar el total de calorías consumidas por día.
Los resultados fueron impresionantes e hicieron palidecer aquellos tan famosos del Súper Engórdame del 2004.
A pesar de que Gameau era un hombre saludable en sus 30, desarrolló hígado graso, ganó 9 kilos de peso e iba en camino seguro para desarrollar Diabetes tipo II. Todo esto en sólo 2 meses.
Hasta acá nuestra historia y ahora, pasemos a los datos.
El americano promedio consume 17 cucharadas de té al día de azúcar (72 gr al día o 26 Kg al año), cuando el máximo no debería sobrepasar las 9 cucharadas para los hombres y 6 para las mujeres. En promedio, más del doble de la cantidad recomendada.
El azúcar es muy simple ... pero siempre engorda
El azúcar es un carbohidrato muy simple, que puede venir como sólo una molécula (glucosa-fructosa) o dos (sucrosa-lactosa).
La glucosa es la fuente de energía preferida por el cuerpo. Cuando comemos carbohidratos, ellos se convierten en glucosa que va al torrente sanguíneo (sube el azúcar en la sangre).
La fructosa, el azúcar de la miel, siropes y frutas en cambio, debe ser procesada por el hígado para convertirla en glucosa. La fructosa que no se puede procesar (porque es mucha) se convierte en triglicéridos (la forma más abundante de grasa en el cuerpo).
La sucrosa es el azúcar blanca cristalizada común que probablemente todos tenemos en casa. Está formada por (50%) de glucosa y (50%) de fructosa.
La lactosa es el azúcar de la leche y que requiere de una enzima (la lactasa), para poder desdoblar el azúcar de la leche en glucosa y galactosa. Aproximadamente el 65% de la población mundial es intolerante a la leche porque su cuerpo no produce la Lactasa.
Al igual que las calorías, no todas las azúcares son creadas iguales. Ellas dependen del Índice Glicémico (medida del impacto del azúcar en la sangre), de cada una. Por ejemplo, si comes una manzana, apenas tendrá impacto en la glucosa en sangre, pero la historia es muy distinta si lo que comes es una sandía (patilla). El Índice Glicémico (IG) se mide del 1 (muy bajo) al 110 (muy alto - 100 para la glucosa pura). El IG de la sandía es 76, más alto que el de un bote de Coca Cola (68) (*). Todas las azúcares tienen alto IG y conducen, en exceso, al aumento de peso.
La inflamación. No siempre es mala.
La inflamación es la respuesta natural del cuerpo ante la enfermedad. Es la función de recuperación. Pero se convierte en mala cuando el cuerpo está en un estado permanente de inflamación (inflamación crónica). Cuando comemos azúcar, el cuerpo envía automáticamente una respuesta inflamatoria, al igual que al fumar, sobreentrenar o si acumulamos mucha grasa. Pero, sin duda, el azúcar es la mayor responsable de la inflamación crónica de nuestros días.
La resistencia a la Insulina. Quizás lo más preocupante.
La Insulina es la hormona que regula la cantidad de glucosa en la sangre. Resistencia a la Insulina (RI), quiere decir que no se puede procesar la glucosa y ésta se acumula en la sangre. La RI es un indicador claro de pre-Diabetes. Pero además la glucosa (azúcar) en el cuerpo ayuda a procesar el colágeno, por lo que la RI puede conducir a envejecimiento prematuro (arrugas) y dolor en las articulaciones entre muchas otras cosas. El exceso de consumo de azúcar puede conducir a la RI.
El efecto en nuestra mente.
Cuando consumimos azúcar nuestro cerebro libera Dopamina y opioides naturales (calmantes del dolor). Estos neurotransmisores nos reaseguran que lo que estamos consumiendo nos hace felices o bien. Es especial la Dopamina, al igual que muchos otros químicos adictivos, tiene un "efecto desensibilizador", es decir, que cada vez requiere de más insumo para producir el mismo efecto placentero, por lo que con una misma dosis, en lugar de placer puede que se sienta insatisfacción.
Más aún, se ha descubierto que el azúcar "enciende" en nuestro cerebro el Nucleus Accumbens que es la zona de nuestra mente asociada a la adicción, la misma que responde a la heroína y cocaína, por ejemplo. Ello puede explicar las urgencias que a veces sentimos por comer algo dulce, incluyendo a media noche.
El azúcar y sus 56 nombres
Si has llegado hasta acá, puede que además te interese saber que no sólo a la refinada (blanca común) podemos considerar como azúcar, hay por lo menos otros 55 nombres con los que el azúcar puede aparecer en los productos que compramos. Por ejemplo: Maltosa, Azúcar Moreno, Azúcar de Coco, Dextrosa, Panela, Miel, ... Para el listado de todos los 56 nombres del azúcar, pueden mirar en "Secret Sugars: The 56 Different Names for Sugar".
Como hemos dicho, no todas las azúcares son iguales. Unas son simplemente calorías vacías (los cristales blancos), y otras como la Panela, con vitaminas y minerales. Sin embargo, todas azúcares tienen alto Índice Glicémico.
Nota Final
El azúcar es una fuente importante de energía para el cuerpo. De hecho es su preferida, en su forma de glucosa, pero ya sabemos que todo en exceso es malo. Les invitamos a preguntar a Google si es posible vivir sin azúcar o sin carbohidratos. La respuesta rápida es sí.
Qué les sea útil
En Bantú Natural, tenemos azúcares con aporte energético y calórico completo (no vacío), como la Panela, el Azúcar Moreno, y otros endulzantes (no azúcar) como el Azúcar de Abedul o Xilitol con muy bajo Índice Glucémico (7) o la Stevia con Índice Glicémico 0.
Referencias
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